...por allá vienen...

La rutina vuelve a comenzar:
levantar al despertar,
sonreír al verte a ti,
jugar a amarnos,
amarrar los llantos,
caer en tus brazos.
Densos latidos resuenan en tu corazón,
parecen jugar:
sí;
parecen tener la razón.
Poco a poco, aceleran su marcha al caminar:
allá vienen los que se llevarán,
y por aquí vienen los que se saciarán,
sólo al mirar a la flor más bonita del lugar,
la procesión vuelve a comenzar,
como rápidos y sagaces rayos que truenan en la noche de
tus ausencias,
como chispas que saltan al roce de tus labios,
como susurros de tu boca,
como miradas de tus ojos,
como mundos desde tu ventana.