lunes, 9 de agosto de 2010

tú...





Robó un trozo de mi vida
esa luz que ya no veía
allí por la bahía,
allí por donde la noche y el día,
allí donde ya, ella, no vivía.

Fue aquello,
lo más bello,
aquello, lo bello,
bello puro como tú.

Y es entonces,
cuandos los roces,
y los trozos arrancados
de las entrañas marchitas de la noche,
cuando todo se oscurece,
anoche,
de noche,
sin luz,
sin ti.

1 comentario: